domingo, 30 de agosto de 2009

Reflexiones

Se supone que este es el momento de la película en donde la jovencita se escapa porque le da miedo afrontar la realidad. Yo no puedo escaparme y supongo que tendré que asumir las consecuencias.
A veces me gustaría que las cosas fueran mucho más simples: tú me quieres y yo también, pues entonces quédate conmigo, como la canción de Calamaro: Sentimentalmente para remediarlo, voy a quedarme contigo para siempre...
Me imagino que si así fuera todo se volvería un tanto aburrido, cero emoción, y yo que soy una hiperkinética por naturaleza no podría tolerarlo. Finalmente terminaría dejándolo al día siguiente porque no podría soportar su fácil entrega. En realidad me molestaría que él no midiera las consecuencias de estar con alguien como yo. Soy complicada y requiero atención (tal vez en demasía) soy celosa, espontánea y sin miedo al ridículo. Eso le asusta a los hombres a veces.
En fin, el tema es que me tengo que hacer cargo de mis actos y de sus efectos posteriores... ¿tengo? ¡Dios, tengo que dejar de cuestionarme de una vez! ¡qué mas dan los días anaranjados que vendrán en el futuro, que importa que se acabe hoy, mañana o quizás nunca!
Quiero vivir de este presente y empaparme de cada uno de sus momentos, así me siento viva.

viernes, 28 de agosto de 2009



Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.

De
Táctica y Estrategia, Mario Benedetti

sábado, 15 de agosto de 2009

Spleen


Hoy no tengo ganas de escribir poemitas.
La grisácea ciudad me desploma y me asfixia lentamente. Sus callecitas nauseabundas y traicioneras me matan sin que pueda notarlo, sin que pueda hacer nada para evitarlo. No quiero hacer nada para evitarlo.
La muerte oculta tras cada una de sus esquinas me observa con sus ojos nocturnos, y yo le sonrió enternecedoramente desde la distancia.
Me asquea la gente en demasía. Me irritan esas conversaciones demarcadas con un "cero" de contenido que se pierden entre el smog y otras pestilencias que exhala este centro que otrora estuvo vivo, y que ahora yace prácticamente moribundo a la espera de esa escalera que se vislumbra en lo alto del cielo.
Últimamente me he convertido en su sujeto disconforme/desforme. Soy un sujeto alienado. Me muevo entre copas rotas y cigarrillos mal apagados.
Me siento sofocada y oprimida. Usted pensará que tengo el complejo "baudelaireano" y yo le responderé que en este momento sí. Soy un vil flaneur hastiado por el mundo.
Todo se reduce a la palabra spleen.

martes, 11 de agosto de 2009

XIX

El aire caliente se coló por mi nariz y se instaló en mis pulmones como un cáncer.
Los aromos florecidos yacían estancados en mi tráquea,
y una nube polvorienta se anudaba al costado izquierdo de mis labios.
Me ahogaba porque las tristezas colgaban como cuerpos lánguidos desde cielo,
porque el día no susurraba tu nombre en cada respiro,
Me ahogaba porque pese a mis esfuerzos,
no podía retenerte en un último suspiro.

martes, 4 de agosto de 2009

XVIII


Eran tiempos convulsos
Eran tiempos medúseos

Yo me perdía entre tus labios,
me perdía en el bamboleo eterno de tu lengua caliente,
equiparable sólo al vuelo de un pájaro en la noche.

Ah, esas olas celestes que van y vienen,
ese escalofrío que recorre los nervios,
la curvatura de mi espalda saturada de amapolas.
Ah, tus ojos encendidos,
dos hogueras en medio del vacío alumbrando mi carne.

Es la sangre, es la sangre!
La sangre que se agolpa en mis sienes y en tu sexo.
No había nada.
No eran mas que caricias raquíticas las que se repartían en nuestros cuerpos crucificados.