domingo, 5 de abril de 2009

Valium


Me tumbo sobre esa cama triste para olvidar el humo del cigarrillo y los vapores añejos del alcohol.
Tomo el librito de tapita negra y me dispongo a leer, pero la modorra me agota, me mata despacito.
Me duelen los ojos. Me duele el alma.
Me duermo para no recordar.
Me hundo en los pliegues de la cama con flores rojas para asesinar tu nombre, para rasgar mis letras, para colgar nuestros cuerpos.

Calma, que ya te olvido, que ya te mato de nuevo,
te asfixio a cada un segundo para no verte ni llorar tus flores negras,
me suicido yo cuando miro la cajita de mi velador, esa misma, la del regalo,
me torturo cuando veo las mariposas de la bolsa de papel.

¡porqué no te vas!
¡porqué no te vas!

Déjame a mí con mi modorra y mis vicios.
Déjame a mí...
que ya el valium comienza a hacer efecto.



3 días:

Seven Cyanidè dijo...

Es precioso tu texto ♥
El problema es qué hacer cuando el efecto del valium termine...
No sea que todo vuelva al mismo punto muerto...

Iori dijo...

No sé que decir... Soy tu fan y me encantò verte hoy :)

? dijo...

hermoso poema