sábado, 2 de mayo de 2015

Ella.

Que difícil es mirar hacia atrás y darse cuenta de que ya nada de eso existe.  Todo se reduce a risas, palabras, llantos y borracheras que se diluyeron en el espacio y en el tiempo.
Ver las fotos lo hace aún peor: ¿Cómo todo se fue a la cresta en un día? ¿Cómo borramos años en sólo veinticuatro horas?
Soy una experta para enmascarar todo detrás de lo cómico, detrás de las bromas crueles y sin sentido, detrás del clásico "no me interesa", pero sí que me interesa y también duele a veces.
Nunca lloré cuando pasó, nunca dije que me dolió ni tampoco que te extrañaba, pero si lo hago. Echo de menos todas las tardes que nos pasamos tiradas en la cama fumando y hablando estupideses, cuando tomábamos frizzé y nos creíamos finas porque eramos las únicas que tomábamos vino azul o cuando nos juntábamos a tomarnos fotos ultra darks para el fotolog.
Extraño cuando eramos las tres y nos burlábamos de tu mal ojo con los hombres, de los sueños pastoriles y de ese video ridículo donde yo salía alabando al colo.
Extraño las últimas cenas donde prometíamos que de ahora en adelante nos íbamos a portar bien y a las dos semanas estábamos en el mismo lugar tomando cerveza y comiendo papas fritas.
 ¿Por qué simplemente dejamos de hablar?¿ Por qué intenté recuperar relaciones con sujetos que sacaron lo peor de mí, y no lo hice contigo? ¿Por qué tú decidiste hacer lo mismo?

De lo de antes ya no queda nada y es tarde para enmendar lo que no se hizo a su tiempo, pero te escribo para darte las gracias por todos los años que compartimos juntas, por todas las cosas buenas que aprendí de ti, por enseñarme a confiar más en la gente, a dar cosas sin recibir nada a cambio, a mirar la vida con optimismo siempre y a sonreír por los pequeños detalles.
Como te dije una vez, tú eres la persona más noble e incondicional que conocí en mi vida y pese a todo lo que haya pasado, no es algo que haya dejado de pensar.

Infinitas gracias por todo y de todo corazón y sin ya rencor alguno, deseo que seas feliz,