miércoles, 9 de enero de 2013

Regreso

Cuando me siento y comienzo a pensar en la sucesión de hechos acontecidos en el último tiempo, no puedo dejar de extrañarme, y no sé si llamarlos coincidencia o simplemente el destino inexorable se encausó nuevamente para seguir su rumbo.
Que esté escribiendo ahora no es casual. Lo había dejado de hacer hace meses sin ninguna esperanza de retomarlo, sin embargo, ese sueño y las palabras que vinieron, los recuerdos de antaño y los que estamos construyendo ahora, la certidumbre y la incertidumbre que se escapa de mis manos cuando de ti se trata, me llaman a hacerlo, como si una fuerza dentro de mí surgiera de pronto con todas las letras que tenía atoradas.

Yo me asusto fácil y escapo rápido porque el miedo me corroe y no puedo controlarlo.
Yo construyo aeroplanos pensando en que van a precipitarse desde las alturas.
Yo te miro con ojos de amor y el miedo se va, pero se oculta a la vuelta de la esquina.
Yo me muevo sigilosamente, adelantándome a las jugadas pero quisiera querer con las mariposas que siempre han aguardado el momento preciso para volar.

Intentar y Arriesgar. Dejar de pensar en lo que vendrá porque ya habrá tiempo para eso.