En días como estos suelo morirme un poco.
En la habitación había un olor a espinas secas, y mi sonrisa pendía de un hilo desde el techo.
Un par de ojos grises me miraban desde una esquina.
En la habitación había un olor a espinas secas, y mi sonrisa pendía de un hilo desde el techo.
Un par de ojos grises me miraban desde una esquina.
¡Ay qué calor hace aquí dentro!
y a mí los huesos se me helaban por culpa de las castañas enmarañadas en el vientre.
Tengo dos gotas de rocío en los dedos,
y un profundo sabor a derrota en los labios.
y a mí los huesos se me helaban por culpa de las castañas enmarañadas en el vientre.
Tengo dos gotas de rocío en los dedos,
y un profundo sabor a derrota en los labios.
La sangre púrpura
no sabe distinguir colores.
Yo no distingo
las letanías de la noche
Cristales rotos, copas y tres velas encendidas.
El palo santo humeaba.
Mi sonrisa bebía una copa de vino por cuenta propia.
Yo no distingo
las letanías de la noche
Cristales rotos, copas y tres velas encendidas.
El palo santo humeaba.
Mi sonrisa bebía una copa de vino por cuenta propia.
Hipnóticos ojos grises y manos agujereadas por mariposas:
En días como estos yo suelo morirme un poco,
Me gusta respirar orquídeas y comer nostalgias líquidas
Me gusta respirar orquídeas y comer nostalgias líquidas
y a veces también me gusta adormecerme lentamente.